Inauguración de «El árbol de la rabia»

La exposición se encuentra ubicada en el Espai d’Art Contemporani de Castelló

La exposición El árbol de la rabia se inauguró ayer en el Espai d’Art Contemporani de Castelló (EACC), donde permanecerá hasta el 12 de marzo. Dicha exposición, comisariada por Semíramis González, reúne algunos temas centrales que han preocupado al feminismo en las últimas décadas de manera global. Desde Dones a l'ombra hemos podido contactar con Semíramis González y nos ha respondido algunas preguntas sobre la exposición, cómo en qué puntos de la lucha feminista se enfoca la exposición.

El árbol de la rabia parte del poema Quién dijo que era fácil escrito por la afroamericana Audre Lorde, quien nos sitúa en la incómoda cuestión, todavía no resuelta, de cómo se comportan los privilegios. En este sentido, González también habla sobre el surgimiento de la idea de hacer la exposición.

A partir de esas ramas de un árbol feminista, recoge el trabajo de ocho artistas nacionales e internacionales. Sus obras y temáticas son universales, dejando una amplia mirada feminista que permite reflexionar y denunciar a través del arte lo complicado que sigue siendo nacer mujer en cualquier parte del mundo.

Los nombres de estas artistas son: Regina José Galindo, Kubra Khademi, Julia Galán, María María Acha-Kutscher, Marina Vargas, Ana Esteve Reig, Fatima Mazmouz y Beth Moysés. En referencia a esto, González cuenta cómo ha sido trabajar con todas ellas, cómo ha sido el recibimiento de la exposición por parte del público y si tiene proyectos futuros en mente.

Algunas de las obras

A continuación se muestran algunas obras de la exposición, y Semíramis González responde a si hay alguna que podría destacar.

Aparición

La obra pertenece a Regina José Galindo, un artista que lleva décadas trabajando desde el arte y la palabra, utilizando la performance como medio principal para sus trabajos. En las distintas series Aparición, Galindo presenta en ciudades de todo el mundo cómo el asesinato de mujeres sigue estando invisibilizado, es un dato relevante cuando ocurre, pero es olvidado a los pocos días.

El trabajo performativo de Aparición llama la atención sobre el asombroso número de feiminicidios y violencia de género contra las mujeres en España y todo el mundo. Estos cuerpos, estas mujeres anónimas aparecen inesperadamente en el espacio público de Castellón como un monumento viviente para las asesinadas. Son, en realidad, la visibilidad de las ausentes, las que no estarán más, las asesinadas por el machismo.

Aparición. || Elaboración propia.

Ordinary Women

La práctica artística de Kubra Khademi explora su vida como mujer refugiada. En la exposición se muestran dos dibujos recientes de la artista, Untitled #7, Ordinary Women y Untitled #11, Ordinary Women, ambos de 2020. En esta serie en la que ha trabajado en los últimos tiempos, reivindica la libertad que está negada a las mujeres en Afganistán, especialmente bajo el régimen talibán. En sus imágenes se observa a mujeres que aparecen desnudas, en actitudes sexuales y de libertad o donde refleja aquello que para ellas está vedado en el país.

La artista habla de la condición de las mujeres y analiza los vínculos entre generaciones, pero, lejos de expresarse con dramatismo, llena sus dibujos con cuerpos desnudos lúdicos, en actitudes libres, incluso bélicas, donde las mujeres han tomado el poder sobre sí mismas.

Ordinary Women. || Elaboración propia.

Indignadas. Fuck your Morals. Femen

Indignadas consiste en un registro visual de la participación femenina en las protestas públicas a nivel global. La artista Acha-Kutscher convierte fotografías de prensa y de testigos de estas protestas en dibujos que se imprimen en lonas de gran formato para su exhibición en espacios públicos. El objetivo es hacer visible, reclamar y poner a las mujeres en el centro de esta lucha social. Un registro de memoria que recuerde a las generaciones futuras que los cambios sociales a través de la historia fueron realizados por mujeres y hombres conjuntamente.

Los dibujos muestran un cuerpo femenino que no se ofrece como soporte para los ojos del hombre, sino como soporte para el mensaje político. Al transformar las fotografías en dibujos, la artista las ubica en una supuesta «atemporalidad» del arte. Esta es otra manera de conectar con la sociedad usando el lenguaje del arte para inmortalizar estas acciones, difundir la protesta y preservar la memoria de las mujeres.

Indignadas. Fuck your Morals. Femen. || Elaboración propia.

Bouzbir

Desde sus inicios como artista, Fatima Mazmouz ha abordado la cuestión de su propia identidad en su complejidad, tanto como mujeres, como artista, como por su origen marroquí. Multiculturalismo e inmigración aparecen de manera recurrente en su obra, centrando su reflexión en el cuerpo y en cómo los códigos culturales condicionan la libertad de las mujeres para ser dueñas de sus cuerpos y sus destinos.

Mazmouz se reapropia de las postales coloniales en las que aparecen jóvenes prostitutas marroquíes en Bousbir, un barrio militar de Casablanca, explorando cómo la explotación sexual de estas mujeres formaba parte de la dominación francesa. Los úteros simbolizan la matriz obscena del colonialismo, mientras que las vulvas reflejan la articulación de político y lo íntimo, en el corazón de la dominación colonial.

Bouzbir. || Elaboración propia.

El Modelo y La Artista, Piedad, El Abrazo

Marina Vargas no ha dejado de moverse en un terreno basado en la investigación y la emoción en el trabajo material con esculturas que reinterpretan otras clásicas. Así encontramos una subversión del canon establecido desde las esculturas de Venus, Apolo o el Diadúmenos añadiendo poliuretano.

En el tríptico fotográfico El Modelo y La Artista (2015), Piedad (2021), y El Abrazo (2021), vemos una línea continúa en su trabajo en la que reinterpreta las obras de arte clásicas. El androcentrismo que ha dominado la representación visual del arte clásicas desde los inicios de la disciplina, así como la sexualización y cosificación de los cuerpos femeninos, eternamente idealizados, ha sido uno de los campos de batalla de las artistas feministas.

Vargas propone que las mujeres ya no son musas, sino artistas. En esta exposición está presente una de sus obras donde muestra un cuerpo alejado de los estereotipos, un cuerpo que ha pasado por el cáncer de mama.

El Modelo y La Artista, Piedad, El Abrazo. || Elaboración propia.

Mil ataduras

El trabajo de Beth Moysés ha estado, desde siempre, comprometido con el feminismo y con denunciar la violencia que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo. Así, en Mil ataduras alude a un recuerdo infantil, al sonido de la máquina de coser de su madre por las mañanas, y lo traslada a un intento de sanar a las mujeres por violencia machista.

Aquí la ropa se cambia por 1.000 gasas en las que se van bordando las iniciales de los nombres de las asesinadas en los últimos 15 años en España; en 2021 Moysés amplía el proyecto incorporando a las mujeres víctimas de la violencia de género durante el confinamiento por la pandemia.

Mil ataduras. || Elaboración propia.

Cuerpos en rebeldía

Julia Galán ha desarrollado proyectos que giran en torno a la ficción, al juego de espejos, la identidad y las cuestiones de género, planteándose un cuestionamiento sobre lo establecido en la sociedad actual. Galán aborda en este proyecto de 2022 la situación actual de las mujeres en el mundo. Esta artista alude al uso político del cuerpo en los movimientos feministas movilizadoras para continuar despatriarcalizando sus cuerpos y sus vidas.

Ámbitos ideológicos como la religión, la moral, las costumbres, la educación, la familia, la medicina, la publicidad, la estética o el derecho son algunos de estos ámbitos. Galán los presenta como lugares de conflicto y represión para las mujeres a través de fotografía, video y una acción colaborativa en redes.

Cuerpos en rebeldía. || Elaboración propia.

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Fuentes. Todas las imágenes son propias, tomadas personalmente en el Espai d'Art Contemporani de Castelló. La información de cada una de las obras ha sido extraída del libro de presentación El árbol de la rabia de Semíramis González.