El talento emergente de las cineastas
- donesalombra
- 14 may 2022
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 13 abr 2023
En la profesión del audiovisual, un deseo es alcanzar la estatuilla dorada o «los cabezones», dos galardones del mundo cinematográfico. Sin embargo, parece que los hombres pueden cumplir más este sueño, sobre todo, cuando se trata de puestos de responsabilidad como la dirección. Barreras como los estereotipos, la desconfianza en su potencial o excusas acerca de la edad son algunas de las trabas para que las cineastas progresen. Aunque, ese talento que siempre ha estado ahí empieza a resurgir.
Pero… ¿vas a llevar tú la cámara?
La gran pantalla es uno de los sectores donde más se evidencia la brecha de género por estar vinculado a la imagen. La repartición desigual de los cargos provoca que las áreas de responsabilidad se relacionen más con los hombres. «A veces ven a una mujer con la cámara y se sorprenden, como si fuese un trabajo masculino», declara Giovanna Ribes, directora del Festival Internacional de Dona i Cinema y miembro fundadora de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).
Rosana Pastor, actriz y directora de cine, explica la importancia de acabar con estos estereotipos: «Hay que visibilizar a mujeres que hacen dirección de fotografía, sonido, mezclas, montaje o efectos especiales». En 2015 se creó CIMA Valencia y Pastor fue la primera delegada. Esta asociación muestra en su último informe, de 2020, sobre la representatividad de la mujer que en el largometraje, el formato más generalizado en cine, solo el 30 % del personal son mujeres.
La representación de las mujeres en el cine. || Fuente: Informe 2020 CIMA. || Elaboración propia.
El género cinematográfico, donde mayor masculinidad hay, es ficción, pues según el informe de CIMA, el 34 % del personal son mujeres frente a un 66 % de hombres. Es decir, la brecha aumenta si hablamos de determinados contenidos. Desde su experiencia, Ribes explica: «Nos llaman para decirnos que tienen una película perfecta para nosotras, porque va de esos temas que supuestamente nos interesan».
Este pensamiento se asocia a la idea generalizada de que el trabajo de una mujer tiene menos valor que el realizado por un hombre. Ello implica que la reacción ante un error o un paso en falso no es la misma para ellas. «Cuando una mujer falla, se asocia esa equivocación a su sexo. Es decir, la sociedad piensa que ha metido la pata por ser mujer», explica Rosana Pastor, quien añade que tiene los mismos derechos a equivocarse que sus compañeros.
Sexualización en el cine: cánones de belleza muy arraigados
La abundancia de departamentos masculinizados no es la única causante de la brecha en el mundo audiovisual. Esta discriminación a las mujeres también existe en cargos relacionados con la imagen, ya que vemos a muchas actrices, pero esto no implica diversidad. Ahí radica una razón por la cual el cine promueve y reproduce los estereotipos, pues en muchas ocasiones deben cumplir un determinado canon de belleza: no muy mayores, delgadas y con una piel perfecta.
«Algunos productores se han acercado por mi físico, pero en ningún momento ha sido porque les interese mi trabajo. Cuando te das cuenta de esto es doloroso», explica Lucía Casañ, una joven guionista, directora y productora, dejando claro que también ocurre detrás de cámaras. Se trata de unos requisitos estéticos que abren o cierran puertas a las cineastas dependiendo de su edad. «En este oficio te contratan mucho cuando eres joven, pero cuando vas cumpliendo los 40 no te llaman para trabajar», declara Itziar Vélez, directora, guionista y productora.
La labor de CIMA sobre la importancia del trabajo tanto de hombres como de mujeres. || Elaboración propia.
Esta brecha se produce a causa de creencias y prejuicios sociales relacionados con la edad. La actriz Rosana declara que las personas mayores también existen y siguen teniendo historias interesantes para contar. Al parecer, esta discriminación por pasar a una fase de madurez es inexistente en los hombres, según afirma la actriz de CIMA: «Cuando ellos cumplen los 50 años siguen siendo unos maduritos interesantes, pero las mujeres no».
Sin embargo, Pastor asegura que la realidad social es otra en los espacios culturales: «Las proyecciones de cine están repletas de mujeres que tienen más de 50». Desde CIMA tienen la convicción de que el audiovisual debe reflejar el mundo en el cual se inscribe, algo que no está cumpliendo. Por ello, la actriz valenciana afirma que desde la asociación piden que se contraten mujeres de todas las edades: «Es absurdo que cuando una mujer llega a una determinada edad, con todo el potencial que ha acumulado, deje de tener un espacio para interpretar personajes».
Y el galardón a mejor dirección es para…
La igualdad en el cine comienza por el reconocimiento social que tiene mucha influencia en esta industria, sobre todo si hablamos del nombre que respalda la dirección. Según un informe publicado por DAMA (Derechos de autor de Medios Audiovisuales), de 638 profesionales en activo, solo el 18 % son mujeres. Es más patente en la dirección de películas, donde solo un 15 % son cineastas. «Es un ámbito que hasta hace nada estaba vinculado a los hombres», declara Casañ, quien diferencia entre la representación de las mujeres en las pantallas y los equipos de trabajo.
En las galas de los premios Goya de este año, solo nueve de las 43 películas españolas nominadas han estado dirigidas por mujeres. «Consideran que las chicas son más de maquillaje y peluquería», afirma Giovanna. Sin embargo, parece que están rompiendo esas barreras que les impiden tener presencia en la dirección. De hecho, en los últimos cinco años, el Goya a la Mejor Dirección Novel ha sido para una mujer.
Premios Goya 2022 vinculados a departamentos. || Fuente: Premios Goya 2022. || Elaboración propia.
Las asociaciones como CIMA crean sus propios premios para reconocer el trabajo realizado por las cineastas. Esto ocurrió hace unos años, cuando la delegación valenciana, en colaboración con Cinema Jove, quiso premiarlas por sus esfuerzos. «Son premios que reconocen el trabajo de las mujeres en todos los ámbitos, ya sea dentro en dirección, producción o cualquier otro», explica Rosana.
Mujeres cineastas con ganas de comerse el mundo
Las jóvenes también son profesionales con ganas de adentrarse en esta industria. No obstante, la creencia en sí mismas empieza a verse afectada en las aulas de la universidad. «La primera barrera a la cual tenemos que enfrentarnos es verbalizar que queremos escribir o dirigir, porque de repente estás en un ambiente competitivo», explica Casañ. Asimismo, le apoya la profesional Ribes: «El problema es que nosotras nos tomamos nuestro tiempo para debatir en consenso quién tendrá cada rol y ellos no».
La entrada al mundo laboral en el cine no es fácil, es un mercado donde vale más un nombre de prestigio, que una película con una producción compleja. Los proyectos audiovisuales no suelen prosperar sin una dirección con una determinada reputación detrás. En este sentido, Rosana explica que hay películas muy buenas que por tener pocos recursos no han llegado a las exhibiciones cinematográficas y, por otro lado, filmes no tan buenas que se han llevado un galardón.
Las jóvenes vienen con más fuerza, más seguridad y más libertad - Itziar Vélez.
En esta misma línea, Casañ, que con tan solo 26 años ha creado su propia productora (Amberes Films), destaca que lo más importante no son los méritos académicos. «Entras por los contactos que puedas tener, lo que se llama el capital social. Pero, es más amplio si eres hombre que si eres mujer, porque los puestos directivos están ocupados por ellos», declara la joven guionista, productora y directora.
No solo esto, si hay una desconfianza generalizada hacia las jóvenes en todos los ámbitos, en el cine más todavía, por el componente de imagen y prestigio social. «Se piensa que inexperiencia equivale a dejadez y, por tanto, a menor calidad», confiesa Ana Revert, actriz y directora de cine. Esta desconfianza aumenta si se trata de áreas tan masculinizadas como la dirección o la producción. Como prueba de ello, Revert cuenta su experiencia: «Cuando dije que quería ser directora, nadie me tomaba en serio. He tenido que aguantar comentarios desagradables y machistas».
El audiovisual para las cineastas valencianas. || Elaboración propia.
Rosana Pastor explica que el efecto inmediato es que muchas mujeres no se decantan por estos departamentos, pues no se ven representadas al estar ocupados por hombres. La valenciana asegura que sienten que no van a tener la oportunidad de ser reconocidas o valoradas y acaban desanimándose. «Si en las clases normalmente hay un 60 % de estudiantes que son mujeres, cuando de repente damos el salto al mundo laboral pasamos al 33 %. Me pregunto en qué agujero negro caen todas ellas», añade Casañ.
Si hay algo que sumar a las barreras que se encuentran las mujeres al entrar en el cine, es la ausencia de referentes femeninos, no porque no haya, sino por la falta de visibilidad. Así lo demuestran Revert, cuyos referentes son Alejandro Amenábar o Clint Eastwood; y Casañ, quien tiene como modelo a Billy Wilder o a Berlanga. Eso sí, la joven actriz confiesa que para saber de cineastas hay que hacer un esfuerzo: «Cualquiera te sabría decir un director, pero hasta a mí me cuesta pensar en una directora».
Un camino más allanado
Aunque hay que seguir trabajando, según afirman las profesionales, la lucha parece ser palpable, pues las jóvenes admiten sentir que lo tienen menos complicado. «Gracias al esfuerzo, trabajo, dedicación y a la lucha de muchas directoras, las que estamos empezando tenemos el camino más hecho», afirma Ana, la joven actriz y directora. Itziar Vélez está de acuerdo y asegura que las nuevas generaciones tienen más libertades, ya que los patrones no están tan marcados.
La esperanza en las nuevas generaciones
Las veteranas profesionales en este sector hacen un llamamiento a las jóvenes, tal y como destaca Vélez: «Vuestra batalla es más importante porque sois las que podéis romper con todo». Ribes coincide con ella incidiendo en que su generación tiene que pasar el testigo: «Estoy en una fase en la que quiero ayudar, sobre todo a mujeres, a que hagan sus primeros cortos o sus primeros largometrajes. Hay que darles una oportunidad, porque sino al final este mundo es muy endogámico y acaba siendo siempre la misma gente».
Las cineastas confían en el talento de las nuevas generaciones, quienes parecen venir con más seguridad y más fuerza, lo que podría ayudar a que el progreso sea más sencillo, según destaca Vélez. «Tenemos que dejar herramientas para el futuro y así conseguir una sociedad mejor», asegura Giovanna, quien fue durante más de 20 años profesora en la universidad. Destaca que lo más importante de su trayectoria es haber podido dejar los medios necesarios para que las jóvenes prosperen.
Esta confianza en las noveles es la esperanza para que el panorama del cine mejore. La sociedad debe superar aquellos obstáculos que muchas veces no dejan acceder a las mujeres a puestos de responsabilidad. Ahí es donde el talento empieza a emerger, un talento que ya estaba a lo largo de la historia y viene con fuerza por parte de las jóvenes. En este sentido, resulta importante visibilizar y reconocer el trabajo de todas ellas. Cumplir el deseo de alcanzar un galardón no debería de ser un impedimento para las mujeres en ningún cargo del mundo audiovisual.
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